Wednesday 7 December 2022

 cada noche espero al autobús número 82
un autobús de tamaño normal y de precio normal
la parada tiene techo y tiene banco y marquesina con publicidad que me entretiene.
a veces espero de pie y a veces me siento a mirar el asfalto
todo lo que haya ocurrido durante el día se te condensa en los ojos cuando miras al asfalto.

 cada noche espero al autobús 82
y cuando llega levanto la mano no vaya a ser que no me vea.
suelo saludar con una sonrisa o musito hola buenas
y ya estoy mirando hacia el fondo.

el autobús que siempre va vacío,
mi limusina con ventanas
que se mueve con tanta paciencia por la ciudad
haciendo sus pausas
me lleva a casa.

por supuesto, ahí te encuentro
no tan diferente a mí
a veces sentado, a veces de pie agarrado a la barra.
esperándome
me gusta cuando nos saludamos porque es el gesto menos críptico que habrá en la velada.
me aprietas el pelo y te dejo un beso en la mejilla.

 sonríes y te revuelves
muy cansado, siempre muy cansado.
y yo no paro de hablar y tengo un montón de preguntas
y me brillan los ojos y los dientes como si estuviera comiendo carne con las manos.

 entro al autobús con varios amigos
y ahí te encuentro, no tan diferente a mí
con varios amigos a tu alrededor.
noto tu mirada en mi cuello y en mi cara
hasta que nos asentamos no muy lejos 
asegurándonos que entramos en el campo visual del otro.
y te veo hablar mientras me miras
me pregunto qué estarás diciendo para que a nadie le importe que me estás mirando a mí mientras les hablas
sinvergüenza
me siento muy feliz ahí, justo ahí
en ese lugar que no es mío, que ni existe.

 una noche, llega una noche muy triste.
llegas en el autobús, todo listo para mí,
he distinguido tu figura en la distancia.
y me alejo de la entrada, quedándome a tu altura, en el estómago del vehículo.
te niego con la cabecita:
hoy no voy a subir.
tengo las manos apretadas dentro de los bolsillos
hoy no vuelvo a casa contigo.
te veo enfadar y decir algo que no descifro
y te giras mientras el autobús arranca
y te veo ir
y el 82 se va.

 y yo estoy en la acera
con la mochila y el abrigo
y muchas ganas de llorar.
miro al asfalto, al asiento, a la marquesina.
tengo hambre, tengo frío
me quedo muy quieta
y me pregunto cuándo pasará el próximo autobús.