Thursday 16 July 2020

princesa de la hidratación

nadie me llama carlota. nunca nadie me ha llamado carlota. he tenido motes desde que recuerdo. suelo pensar que es porque es muy largo. tres sílabas, vocales abiertas,  tardas en decirlo completo y requiere un pequeño esfuerzo. o a lo mejor sencillamente era por diversión. de pequeña mi nombre derivó de carlota a carlo, carlotis, carco, carcoma, carpovich, povich, poch, pochi y sus variantes. mis amigas del cole me siguen llamando poch (y sus variantes). cuando nos mezclaron de clases me empezaron a llamar cracka y entonces hay otros amigos menos íntimos del cole que aún me llaman así. el comodín de la familia también es inútil ya que mi hermano también me llama poch, y es más, fueron él y mi padre quienes empezaron con la retahíla de apodos. y mi madre me llama cielo, cosita linda o algún apelativo cariñoso del estilo. fue a los 17 años en mi obvia crisis existencial que decidí que me quería llamar carlotta y así sería mi nombre artístico. carlotta cosials. y me abrí un tuenti bajo esas palabras. tampoco sirvió de mucho, la gente seguía y sigue llamándome como ellos quieren y no les culpo. no es fácil decidir por los demás cómo quieres que te llamen.
cuando empecé a ligar con diego me llamaba por mi nombre y eso se me hacía muy extraño. "joder, Carlota", me decía. y al escribirlo en whatsapp nunca faltaba la mayúscula inicial. parece una extremada tontería, pero creo que me hacía escucharle y leerle diferente. me intrigaba. este tío que apenas me conoce y me llama por mi nombre oficial de pila, por qué. 
el otro día leyendo, la protagonista del relato se llamaba Carlotta y se me abrió la boca. estoy segura de que fue la primera vez que leí mi nombre en un personaje. estoy segura porque todo el capítulo lo imaginé como si fuera yo quien hacía las cosas, y nunca antes había tenido esa sensación. cuando tienes un nombre relativamente poco común no estás acostumbrado a que existan otras personas que se llamen como tú. yo no tengo ninguna amiga que se llame carlota, y cuando me presentan a alguna siempre me pongo tensa. no soporto estar en la misma habitación que otra carlota. sencillamente no lo entiendo. siento que mi personalidad se tuviera que desdoblar para ser ambas a la vez. y eso me hace sentir cansada. cuando alguien me habla de otra carlota siempre me interesa saber si es buena chica, o qué hace, qué estudia, ¿es maja? me preocupa la reputación de las carlotas. ana se ríe mucho de mí por esto. imagino que si te llamas ana, desde muy pequeñita has aprendido que tienes que compartir tu nombre con muchísimas otras anas en el colegio. que habrá algunas que te caigan bien pero es muy posible que otras no. puede que incluso alguna te caiga muy muy mal. el cerebro no me funciona bien al tratar de imaginar odiar a alguien que se llama como tú. no tengo la madurez emocional para ni siquiera imaginarlo. odiar a alguien que se nombra como lo que tú eres pero sin odiarte a ti mismo en el mismo acto. también me fascina el caso contrario. como los javis. ¿podría yo enamorarme de otra carlota? ¿podría llegar a pronunciar "te quiero, Carlota" sin que me parezca un chiste o una especie de ejercicio barato de autoayuda?
hace tiempo que diego no me llama por mi nombre. me llama bicha, bichu, bichito, nena, niña, guapi, flaca, flaquita, flacuchilla, carlotiglia, carlota K., princesa de la hidratación y un verdadero largo etcétera. muchos de esos nombres solo duran un ratito pero yo respondo igual porque realmente no me importa y si te fijas nunca he dicho que me importara. las chicas me llaman cc y cuando estamos en países anglosajones así me presento yo a otras personas porque es más fácil de pronunciar y encima es gracioso porque es como llamarse sísí en mi cerebro pensando en español y eso me hace pequeña risa todas y cada una de las veces que lo digo. imagino que dejaría de hacerme gracia si hubiera otra sísí u otra princesa de la hidratación en la sala porque entonces tendría que volver a desdoblar mi personalidad y volver a sentirme desvanecer y ese rollo, pero gracias a dios eso me parece poco probable.