mi hermano echa mucho de menos college station. cuenta que allí la vida era muy sencilla, no había mucho que hacer. tenía un único amigo, a su jefe y a su mujer. y del amigo ni siquiera estoy muy segura. college station es una pequeña ciudad universitaria en mitad de texas. a dos horas de austin, tres de dallas, dos de houston. estuvo trabajando en la uni durante casi dos años, dice que trabajaba hasta los sábados.
mi hermano echa de menos la simpleza. y el espacio. echa de menos fumar mientras ve el atardecer en su porche. echa de menos meterse en problemas que luego al contar en castellano parecen chistes. echa de menos ser el nuevo, echa de menos que nadie le reclame.
y yo le entiendo, yo le digo siempre puedes volver, lo sabes no? me dice que no sería lo mismo. me dice, aún así, que hacerlo ha sido la mejor decisión de su vida. creo que en cierto modo le gusta la sensación de nostalgia. de nuevo, le entiendo.
le pregunto si tenía buenas vistas desde el porche ese. por si te imaginas un porche majestuoso, nada más lejos de la realidad. es un complejo de apartamentos medianos y él vivía en la planta de arriba. así que se asemeja más a un balcón de los que pones dos sillitas diminutas de madrid que a un porche cubano. me contestó que tenía buen cacho de cielo, eso es valioso. me contestó que le gustaban.
le dije que quizás tenía que coger cariño a las nuevas vistas, que les diera tiempo. yo tampoco tengo grandes vistas desde mi terraza. y aun aún si me preguntas cómo estás a las 11pm te diré fumando y mirando por la ventana, como casi siempre a esta hora. me gusta mirar a la calle y a los paseantes. me gusta la altura a la que apoyo los brazos, que me acomoda ligeramente el cuello entre los hombros. me gusta cuando me toca luna. de vez en cuando pasa algún conocido, eso me hace mucha ilusión. no les digo nada. de vez en cuando levanto la mano a vecino lector si me da la sensación de que cruzamos miradas, pero vecino lector nunca devuelve el saludo.
le digo que yo no vivo en college station y yo no tengo una vida sin mucho que hacer y aún así me gustan mis vistas y mi vida me parece relativamente sencilla. quedó callado y me dijo vale, lo pensaré.